El equilibrio en el cuerpo
Begoña Martín
Cuándo estás en movimiento sientes tu caminar érguido y hay un momento en que parece que te caes, entonces ocurre esa caída. La sientes de forma consciente y pones las manos para protegerte. La vives, es desagradable y tus pensamientos están en calma porque dejas de juzgar la situación. Aceptas que te has caído, empiezas a observar tu cuerpo y recibes la ayuda que te dan otras personas que te ven caerte.
Das las gracias porque notas que es positivo. Percibes esa caída como el obstáculo o la limitación que tienes cuando rechazas ir a sitios con sonido por tu molestía o al sentir tu sonido interno.
Entonces decides que quieres cambiarlo a una oportunidad para adaptarte con amor a tu acufeno y sensibilidad auditiva. Entiendes que ese camino está lleno de baches, olas del mar que van y vienen, piedras de diferentes tamaños que pasas con atención, te llenas de seguridad y confianza en tí para comenzar el viaje de tu vida acompañado/a de tu hiperacusia, pérdida auditiva, acufenos fuertes, suaves, agudos, graves; y presión u otra enfermedad que tengas. Viendo de esta forma logras que esa ansiedad, estrés, disminuya e incluso desaparece. Tu cuerpo se calma con la frase: «ESTOY EN CALMA».
Ahora te sientes en paz, con alegria, con muchas ganas de continuar adelante. Al principio lo haces solo/a y te das cuenta que necesitas ayuda, miras en redes sociales y encuentras a Begoña que te puede acompañar.
Ella te cuenta su experiencia mostrándote que se puede superar desde el amor. Acaba de escribir un libro «Sonidos de amor. Convive con tu sensibilidad auditiva emocional» que está en proceso de publicarse; ha estudiado una especialización en audiología, que quiere complementar con la atención plena y desea ser especialista en Terapia de sonido. Además tiene un método SERENA. Te explica que se basa en que Sientas con Entusiasmo tu Realidad auditiva de forma Natural a través del Amor.
Te sientes tan contento/a de lo que escuchas, ves una esperanza en lo que te ocurre y decides contratar sus servicios. Le das las gracias y os despedís hasta el inicio de las terapias con un saludo de manos juntas. NAMASTÉ.